viernes, 16 de noviembre de 2007

El proceso de opinión pública (Irving Crespi) - Caps. 2 y 3

Crespi también hace referencia a Noelle-Neumann y sus teorías cuando recopila información que luego utiliza para el sustento de su definición de ofinión pública y que defiende a lo largo del libro.

Para Crespi, la opinión pública debe ser considerada como un proceso orgánico: un sistema interactivo tridimensional.
En temas concretos la opinión pública aparece, se expresa y desaparece como parte de un proceso tridimencional (3D), en el que las opiniones individuales se forman y cambian. Estas surgen y se movilizan en una fuerza expresiva colectiva de juicios colectivos y esa fuerza se integra en el sistema rector de un pueblo.

Asociado a cada dimensión está el correspondiente subproceso: transacciones entre los individuos y sus ambientes (interacciones entre sistemas actitudinales: creencias, estados afectivos, valores/intereses; contextos situacionales controvertidos y universos percibidos de la realidad que conducen a la aparición de opiniones individuales), comunicación entre los individuos y sus ambientes (subproceso que crea opinión colectiva como una fuerza social desarrollando conocimiento común de opiniones de otros, implicando interacciones entre el lenguaje utilizado en el discurso público y en contextos grupales y los roles relacionados con ese discurso) y legitimación política de la fuerza colectiva emergente (
establece el rol político de la opinión colectiva a través de interacciones entre los principios que establecen si la opinión colectiva es políticamente legítima y los vínculos de la opinión colectiva con el gobierno) Estos son parte interactiva de un proceso más amplio y continuo.

Para este modelo existen 3 características:
1. Ninguna de las 3 dimensiones de la opinión pública es inherentemente anterior a ninguna otra.

2. Las 3 dimensiones forman un sistema interactivo sin flujo causal unidireccional.

3. Cada dimensión se modela a sí misma en torno a las interacciones relacionadas con la dinámica transaccional, comunicativa y legitimizadora de la opinión pública.


Crespi desarrolla en el capítulo 2 el tema relacionado con la aparición de las opiniones individuales. Postula que los individuos piensan, sienten y actúan de acuerdo con el mundo que perciben y no sólo como reacción a estímulos externos objetivamente definibles. También intenta señalar la correlación entre la opinión y los contextos situacionales y demográficos, y para ello toma ejemplos como las diferencias de edad o el nivel de formación alcanzado por quien opina.

Cree que las opiniones individuales son el resultado de juicios reflexivos (como Albig) que las personas sopesan pros y contras de ideas opuestas, para él responder que no se tiene una opinión al respecto implica que no se ha reflexionado. Llama la atención sobre la idea de que frecuentemente se conceptualiza opiniones y actitudes como equivalentes (la perspectiva transaccional conduce a que distingamos entre la opinión emergente y las variables de actitudes anteriores que se centran en su desarrollo) y postula que los sistemas actitudinales influencian la conducta indirectamente (valores e intereses, conocimiento, afecto, intenciones de comportamiento)

Al hablar del proceso de cambio de opinión propone que comprende los efectos de las influencias situacionales en los individuos, junto con las interacciones entre los valores, las creencias y los estados afectivos individuales asociados con ellos y que las opiniones recién formadas pueden retroalimentar y modificar las creencias, los valores y los sentimientos, iniciando un cambio adicional.

Para estudiar el cambio de actitud considera dos aproximaciones: aprendizaje (rol del premio y el castigo) y psicología sistémico-cognoscitiva (respuesta a las tensiones entre y dentro de los componentes de los sistemas de actitud)

En cuanto al rol de los medio de comunicación, Crespi explica detalles de teorías como la "ley de los efectos mínimos" y la agenda setting, presentando como ejemplo un caso en época electoral.

Más adelante, en el capítulo 3, habla de la opinión colectiva como fuerza social, y toca conceptos como redes de comunicación compartida, conocimiento común, el ánimo o clima de opinión, percepciones acerca de "los otros" o de lo que "la mayoría" piensa, la opinión general percibida y finalmente sobre los efectos producidos por terceras personas, la ignorancia generalizada y el dominio de la minoría.

Al hablar de estos temas incluye a las opiniones no pronunciadas, y es allí donde hace referencia a Noelle-Neumann y su pensamiento. Él dice que a veces los individuos son renuentes a expresar sus opiniones en un discurso público, y que una explicación para ello tiene que ver con la interfase entre la motivación individual y el proceso grupal, es decir, que las motivaciones defensivas del ego hacen de la opinión pública una fuerza represiva para asegurar la conformidad, creando así una "espiral del silencio". Continúa: "Se dice que el miedo al aislamiento social hace que la minoría no esté dispuesta a expresar sus opiniones públicamente, mientras que la mayoría está libre de esta presión. La última recibe el apoyo más visible y es animada por el hecho de que habla de ello, mientras que los individuos en la minoría cada vez están más inclinados a permanecer silenciosos. El resultado es que en un proceso de espiral, una sola visión domina la escena pública y la otra desaparece de la conciencia pública, ya que sus adherentes se tornan silenciosos". Hasta el extremo de que la minoría percibe correctamente su situación, en vez de pensar incorrectamente que son la mayoría, y su silencio resultante crea una "exagerada percepción de la tiranía de la mayoría".

A este explicación, Crespi añade la observación de que una espiral del silencio puede funcionar de una forma muy diferente dentro de los segmentos del público caracterizados por una opinión dominante que está en la minoría del público en general.

Otra teoría que explica el silencio es la aceptación del grupo y no el miedo a él, sustituyendo los temores por motivaciones positivas.

Crespi comenta que un problema no resuelto es cómo afecta el silencio a la capacidad de cada parte para organizar y activar el apoyo eficaz en la lucha por conseguir el control de la opinión.

Finalmente, el capítulo concluye con ejemplos sobre universos discursivos, tanto compartidos como enfrentados y con reflexiones sobre la importancia del liderazgo de opinión (las ideas de algunas personas son consideradas más respetables que las ideas de otros, y por ello más influyentes)

1 comentario:

M dijo...

Hola Mel,

Gracias por tus apuntes, también estoy siguiendo la licenciatura en Publicidad de la USAL y me están sirviendo mucho tus resúmenes.

Saludos,

Miguel